Marea Editorial

“En Cuba, la división de clases es tan dramática como en cualquier otro lugar”

Yoani Sánchez, la polémica bloguera cubana, habla del drama que vive la isla, su contacto con Obama y critica a los autoritarismos. Ante WE, revela cómo la censura del régimen proyectó su bitácora.

Laura Mafud 

Es una de las 100 personas más influyentes del mundo y su bitácora Generación Y rankea entre las 25 mejores. Yoani Sánchez -censurada e intimidada- se resiste a los embates de la dictadura en la que vive. Es que, esta joven filóloga cubana de 34 años ganadora del premio Ortega y Gasset, que un día se decidió a narrar sus experiencias en la Web, llega a las librerías con Cuba libre. El libro compila posts escritos entre abril de 2007 y finales de 2009. “Eran crónicas de la vida cotidiana cubana pensadas para el espacio virtual”, comenta durante una entrevista telefónica con Weekend desde su hogar en La Habana.

 

• ¿Cómo logra acceder a la Web?

- Los cubanos no podemos ir a una oficina y contratar una conexión doméstica. Ése es privilegio para funcionarios, personas muy probadas ideológicamente y extranjeros que residen acá. Los ciudadanos como yo tenemos que apelar al mercado negro, donde se venden conexiones a precios altos y al que yo no puedo acudir, soy una persona observada y, si tuviera una conexión ilegal, iría a un tribunal no por opinar sino por cometer un delito. La otra posibilidad es visitar un hotel, donde una hora de acceso cuesta entre 6 y 10 CUC (N. de la R.: al cambio, entre 5 y 8/9 euros). Es caro en una sociedad donde el salario mensual de un profesional no supera los 20 CUC. Esta esquizofrenia monetaria no me permite conectarme más de dos veces por semana, 15 minutos. Es una carrera contrarreloj entre un click y otro.

 

• Ha dicho que “bloguea” a ciegas al no poder ver su blog...

- El acceso dentro de la isla a mi blog está bloqueado desde marzo de 2008. Escribo en casa, me conecto y lo envío por mail a amigos en el exterior porque yo misma no puedo cargar los textos. Ellos suben el material y me envían los comentarios de los lectores. Fue bloqueado el portal vocescubanas.com, desde donde tenía un espejo, es decir, una copia de mi blog en otro dominio.

 

• ¿Cuál es el costo de tener blog?

- Alto. No puedo salir del país, soy fuente de observaciones policiales, operativos alrededor de mi casa, intimación a mi familia y amigos, estigmatización social... Me dijeron que transgredí todos los límites, lo que me hace ver que los límites del gobierno son muy cortos, porque yo escribo, uso la palabra, no estoy preparando un ataque militar al Estado. Viví dos incidentes lamentables, el 6 de noviembre y el 24 de febrero, cuando fui secuestrada por un operativo paramilitar de personas de civil y policías sin identificación. En el primer caso, para evitar que participara en una manifestación juvenil contra la violencia. En el segundo, para que no firmara el libro de condolencias por la muerte de Orlando Zapata Tamayo.

 

Corazón valiente

“Tu blog ofrece al mundo una ventana particular a las realidades de la vida cotidiana en Cuba. Es revelador que Internet les haya ofrecido a ti y a otros valientes bloggeros cubanos un medio tan libre de expresión, y aplaudo estos esfuerzos colectivos para apoderar a sus compatriotas para expresarse a través de la tecnología. El gobierno y el pueblo estadounidense nos unimos a todos ustedes en anticipación del día que todos los cubanos puedan expresarse libre y públicamente sin miedo ni represalias”, escribió el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, a la joven filóloga.

• ¿Cómo llegó a Obama?

- Trataba de hacerles llegar a Raúl Castro y a Obama un cuestionario con siete preguntas sobre el diferendo. Los cubanos estamos atrapados en el diferendo entre dos gobiernos y es importante para el futuro del país que los gobernantes decidan cuándo van a sentarse a conversar y a normalizar las relaciones. Traté de hacerles llegar las preguntas por varios caminos. En octubre, Obama respondió y fue la prueba tangible de que un ciudadano puede interpelar al poder, de que puede cuestionar y puede recibir respuestas, de que el poder no debe ser inaccesible, y que tiene que rendir cuentas a la ciudadanía. Las respuestas están en mi blog. Raúl no respondió.

 

•¿Hay división social en Cuba?

-Totalmente. Para el ojo neófito, para la persona que viene de afuera y piensa que la diferencia de clases se puede expresar en mansiones, autos o viajes al extranjero, es difícil darse cuenta de que en Cuba se expresa de otra manera. En las escuelas, todos los niños están uniformados y se piensa que así no se puede determinar la clase social. Pues se determina en los zapatos, en la mochila y en la merienda que llevan y te aseguro de que es tan dramático y tan difícil de llevar como en cualquier otro lugar.

 

• El racionamiento no alcanza. ¿Cómo hace el cubano para acceder a los bienes básicos?

- Hay un verbo que es “resolver”. Cuando tú le preguntas a un cubano de qué vive, él dice “yo resuelvo”. Eso puede significar: que le roba al Estado, que es la profesión más extendida, desviar recursos estatales; que vive de una remesa que le envían desde el extranjero y también están todos aquellos, como yo, que han logrado profesiones, muchas veces ilegales, otras reconocidas legalmente, alrededor de la esfera turística. Ahí están los que arreglan uñas, conducen un taxi, rentan una habitación o tienen un restaurante privado en su casa. Lo que está claro es que nadie puede sobrevivir con su salario. De ahí que hay que tener una entrada paralela para poder llegar a fin de mes.

 

• El eje discursivo en Cuba parece estar detenido en la Guerra Fría. Residió en Suiza entre 2002 y 2004. ¿Cómo resultó él impacto con la vida fuera de la isla?

- Tengo el gen de la inquietud y de la inconformidad. Nunca estuve de acuerdo con esa visión apocalíptica de lo que pasaba afuera ni muy conforme con la visión paradisíaca del interior de la isla. Tenía mis oídos atentos y mis ojos abiertos para leer todas las informaciones que llegaban, de modo clandestino, de lo que ocurría fuera de Cuba. Al viajar, estaba predispuesta a aceptar la diferencia abismal que había entre lo que me habían contado y la realidad. Me encontré con mucha solidaridad, que me confirmó que ésta no es privativa de un sistema social, y con personas que habían escapado de totalitarismos como el mío.

 

• ¿Y qué sintió con ello?

- Fue darme cuenta de que no había tenido una experiencia aislada sino que, sencillamente, había sido víctima del autoritarismo y del exceso del poder de un clan de gobierno, tal como les había pasado a otras personas de otras regiones del mundo. Fue un proceso muy intenso y tuve la suerte de poder conectarme libremente a Internet, acceder a la prensa, leer, incluso, literatura cubana prohibida en la isla. Fue un proceso de crecimiento personal y espiritual muy grande, y fue ahí donde redescubrí mi afecto hacia mi propia nación, que dije “pertenezco a Cuba”. Hasta ese momento, sólo pensaba en escapar ciegamente.

 

• Tras su regreso, le denegaron el permiso para salir de Cuba...

- No dan explicaciones por qué el permiso de salida, que se conoce como tarjeta blanca y que todos los cubanos necesitamos para poder abordar un avión o transporte para salir, está en manos de una institución militar: el ministerio del Interior. Todas las veces que me ha sido negado y que he pedido los motivos, me responden: “Usted no está autorizada a viajar”. Incluso, la penúltima vez, fui con un grabador oculto y colgué el diálogo en mi blog para transmitir la impotencia de un ciudadano cuando una intrusión militar le expropia un derecho que le toca por naturaleza, el de entrar y salir libremente de su propia nación. El hecho de impedirme la salida lo único que logró es elevar la simpatía, solidaridad y apoyo de gente de todo el mundo. El impedimento de viajar ha potenciado mi blog.

 

• Recientemente se la escuchó por radio saludando a Hilda Molina, aquí en la Argentina. ¿Cómo es su relación con ella?

- Hacía tiempo que no la veía y fue grato oír su voz. Prácticamente, todos los inconformes en Cuba nos conocemos. El gobierno te va apartando y la solidaridad del que no está de acuerdo te abriga. Nos habíamos conocido en La Habana cuando ella trataba de concientizar a la opinión pública internacional para que presionara su salida para visitar a su hijo. La conocí defenestrada de la esfera oficial, estigmatizada. Y me sorprendió su dulzura como persona. No había dejado atraparse en ese sitio del rencor y de la venganza.

 

Joven y audaz

Nacida en La Habana en 1975, Yoani Sánchez estudió Filología Hispánica en la Facultad de Artes y Letras. En 2008, ganó el premio Ortega y Gasset. Es una de las 100 personas más influyentes del mundo, según la revista Time, y su blog está entre los 25 mejores, en una selección hecha por esa revista junto a CNN. También ganó el premio en el concurso español Bitácoras.com y el máximo galardón en los premios The BOBs, en Alemania. En 2009, recibió el galardón María Moors Cabot. Está casada y tiene un hijo.

 

Ficha

Título: Cuba libre. Vivir y escribir en La Habana.

Autor: Yoani Sánchez

Editorial: Marea

Páginas: 344