Marea Editorial

La misma pregunta sin respuesta desde hace 29 años: ¿Dónde está Miguel Bru?

El 17 de agosto de 1993 fue secuestrado y trasladado a la Comisaría N° 9 de La Plata. Fue golpeado y torturado hasta la muerte. Su cuerpo hoy continúa desaparecido.

El periodista Pablo Morosi, autor del libro Dónde está Miguel, El caso Bru. Un desaparecido en democracia, charló con Los Mundos Posibles para repasar su historia, a casi 3 décadas de sucedido el hecho.

"Hasta el día de hoy sigo escribiendo sobre esta misma historia, tratando de encontrarte algunas facetas o resquicios que no se han desarrollado del todo. Una historia muy intrincada, compleja, con muchos actores de distintos niveles, el Estado, la Justicia, la política, el periodismo", reflexionó.

En ese sentido, aclaró que en su rol periodístico "no me corresponde juzgarlos, pero si contar cómo actuaron y porqué razón esta causa llegó al lugar donde llegó, porque el 30% de los casos de desapariciones son los que terminan, como acá, que el cuerpo no se encuentra, sin embargo, dentro de ese grupo, el caso de Miguel es extraordinario porque condenó a los policías sin haber hallado el cuerpo".

La causa sigue abierta y aquellas personas que puedan aportar la información, con identidad reservada, pueden hacerlo en cualquier fiscalía de los distintos Departamentos Judiciales de la Provincia y en la Dirección Provincial de Registro de Personas Desaparecidas del Ministerio de Seguridad provincial. Asimismo en la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N° 3 del Departamento Judicial de La Plata.

"Creo que tiene que ver con la persistencia de la lucha, del escenario que generó. Siempre digo que caso Bru es el que le da la voz a las victimas en los relatos policiales. En la crónica policial de ese momento los periodista apelaban a la Justicia, a la Policía y las víctimas eran como un tercero, una visión final porque lo que contaba era el relato policial", señaló.

A través de la Dirección de Personas Desaparecidas del Ministerio de Seguridad, el gobierno de la provincia de Buenos Aires incrementó la recompensa a 5 millones de pesos para quien pueda aportar datos certeros sobre su desaparición.