Marea Editorial

No todo es novedad: los mejores libros que se reeditan en abril

La marea permanente de novedades y libros urgentes que arrasa con las librerías y la atención del público lector a menudo suele llevarse puesta a aquellos libros de cierto peso, significativos, valiosos (por diferentes motivos y según quien juzgue) que se pierden en el tiempo o en la fatal sentencia: “Agotado”.

Agotadísimos o inhallables que resuenan en citas, en recuerdos borrosos, en bibliografías dispersas y que un día, sin embargo, reaparecen como por casualidad. Y el encuentro alivia, reconforta, se festeja. Porque además de inesperados y sorprendentes, los libros cuidadosamente elegidos para su reedición vuelven renovados, con nuevas tapas, nuevos prólogos o postfacios, aparato crítico o, simplemente, el preciado olor a papel recién salido de imprenta.

Como fruto del trabajo paciente y sabio de algún editor o editora desde una oficina lejana, este abril llegan a la librerías argentinas algunas reediciones sustanciosas. ¡Que no pasen de largo!

“A fines de marzo de 1982, la gente había intentado ganar la Plaza para manifestar públicamente su repudio a la política económica de la conducción militar. Los manifestantes fueron reprimidos severamente. A comienzos de abril de 1982, la gente había llegado a la Plaza desde todos los rincones de la ciudad y los alrededores para celebrar el desembarco en Malvinas”, comienza la crónica Graham-Yooll, el periodista enviado por el diario inglés The Guardian, para cubrir “una guerrita” (a lovely little war, como decían los británicos) entre Argentina y Gran Bretaña en el extremo del Atlántico Sur.

En este libro, reeditado a 40 años de aquella lovely little war, Graham-Yooll retrata el clima de euforia y depresión que reinaba en Buenos Aires, una ciudad que se hallaba, sin saberlo, cerca del fin de la dictadura más brutal de su historia.

Las escenas son inverosímiles: un desayuno con Borges mientras el Papa bendecía a una multitud pocas horas antes de la rendición; una cena con curry con el general Menéndez; el hotel Sheraton convertido en centro de prensa del Estado Mayor Conjunto; los periodistas extranjeros buscando hacer la nota de su vida; las noticias de las muertes como un eco lejano e incierto que llegaba desde el Sur. Una crónica cuyo sentido se recarga desde nuestro presente.