Marea Editorial

Se presenta el libro "Aída", sobre la vida y lucha de una Madre de Plaza de Mayo

La obra se basa en conversaciones de la autora, Virginia Giannoni, con Aída Bogo de Sarti, migrante, trabajadora y madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora.


Por Jesús Cabral
31 de Octubre de 2019

Este jueves por la tarde se presenta el libro sobre la vida y lucha de Aída Bogo de Sarti, integrante de Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, escrito por Virginia Giannoni y publicado por Marea Editorial. El evento se llevará a cabo a partir de las siete de la tarde en el Centro Cultural Pepa Noia, ubicado en Avenida Brasil 444. Allí también habrá lectura, música, comidas y también funcionará una barra popular.

En el libro, Aída cuenta a través de conversación con Giannoni su historia de vida desde que era muy pequeña y fue llevada a España, donde vivió algunos años hasta que a principios de la Guerra Civil su mamá la fue a buscar para volver a Buenos Aires.

 “‘¡Hola amiga!’ Así me recibía Aída cuando iba a verla a la casa de las Madres. Nos conocimos hace diecisiete años, cuando fui por primera vez, en medio de una investigación para una muestra. Me tomó años aprender lo mucho que me enseñó, lo mucho que ella y sus compañeras hicieron por mí en aquel momento”, cuenta Giannoni en el prólogo.

“Desde entonces formamos parte cada una de la vida de la otra. Yo la visité tardes enteras y ella vino mucho a mi casa, a mis cumpleaños y a los de mis hijas, escuchando y comprendiendo todo, como una maquinaria sensible que conmueve a su paso y devuelve ternura y teje trama. Aída se convirtió en parte de la familia. Por eso este libro no está hecho por periodistas o escritores. Está hecho por mí, que soy su amiga, bajo su lectura. Hay muchas cosas que están en el aire todo el tiempo, a pesar de no ser nombradas. Habrá que entregarse a esa especie de caos que supone la oralidad, que también está hecha de silencios, de sobreentendidos, de gestos. Y en medio de eso, a mis desaciertos u omisiones”, agrega la autora.

Con sus palabras, Aída, narra una historia llena de tristeza que la atravesó, deja al descubierto la forma en que le tocó vivir siendo mujer y migrante. Su independencia desde su adolescencia cuando empezó a trabajar en distintos talleres de costura, hasta integrarse al sindicato Luz y Fuerza.

Hace un recorrido histórico de su vida en el que detalla el bombardeo a Juan Domingo Perón en 1955. También el regreso del exilio del ex presidente y finalmente las oscuras noches dictatoriales del país. La formación de su familia tras conocer a Julio, su compañero. El nacimiento de su hija Beatriz y después Claudia Sarti. La primera fue militante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y la segunda en el Partido Comunista (PC).

Con mucho dolor recuerda el sufrimiento que padeció con su familia como consecuencia de la persecución de los militares. La que después culminó con la desaparición forzada de Beatriz y el asesinato del que era su novio. Ocurrió en un operativo que se realizó el 17 de mayo de 1977 en la casa donde vivía la pareja.

Desde entonces, Aída, junto a sus compañeras, busca a su hija sin parar. Entre todas sintieron la necesidad de parir un “feminismo gutural”, como lo define la autora, lleno de amor, con la esperanza de construir una sociedad justa y sin violencia.

La mujer explica que todas las luchas están conectadas y que las injusticias, a final de cuentas, terminan siendo una sola. Aída cuenta sobre las rondas de los jueves que las Madres sostienen hace más de 40 años en Plaza de Mayo. Lo hacen porque tienen memoria y quieren verdad y justicia.

“Este libro recrea la escena de conversación como escenario donde se tramitan las cuestiones comunes (las comunes por sencillas, pero también por colectivas), una escena caótica y visceral donde todo está siempre mezclado, como en la vida. Por eso no es intención de este libro narrar La historia, ni siquiera Una historia. Son apenas recuerdos, conversaciones que podrían ocurrir hoy o hace 15 años, iluminaciones de escenas que se aferran a la memoria, y algunas fotos”, concluye Giannoni

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